La cetrería es el arte de cazar conaves rapaces, especialmente con halcones, azores y otras aves de presa para la captura de especies de volatería o de tierra. Biológicamente se trata de una simbiosis (entre hombre y animal) en que ambas especies se benefician. Uno de sus mayores expertos mundiales, Félix Rodríguez de la Fuente, la definió como "la primera vez en que el hombre no sometió al animal al yugo y al látigo". El humano captura, liga el ave al propio hombre por reflejos condicionados, y entrena al ave en la caza y en la fidelidad. Su pájaro captura aves-presa y cuadrúpedos generalmente pequeños o medianos (conejos, liebres... hasta lobos con águilas). La cetrería fue una práctica muy extendida en la Edad Media, ligada a la nobleza y a los potentados, que tenían desde los más codiciados azores y halcones, a diminutos esmerejones (clero) y gavilanes (nobleza femenina).
Considerada una modalidad de caza, su principal impulsor moderno, Rodríguez de la Fuente, la denominó "arte" en la quizá más completa y consultada obra cetrera, "El arte de cetrería".
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